Una semana más en Moraduix.com tenemos el placer de contar con Fonso Piñeiro, director técnico del Club Natación Voltor de Mallorca.
Esta semana Fonso nos habla de las cualidades y habilidades que adquiere el más pequeño en el ámbito acuático.
HABILIDADES EN RELACION AL MEDIO ACUÁTICO
De la misma forma vamos a plantear las adquisiciones del bebe e infante cuando se incorpora a un proceso educativo acuático, teniendo en consideración el nivel madurativo en el que se encuentra al introducirse en el medio acuático,
Por ello na sólo se plantea la edad de inicio a la actividad, sino también la importancia de la Transferencia Familiar Educativa Acuática con que nos llega el pequeño, como carga educativa que marca las expectativas del niño/a y su tutor o responsable (familiares) hacia la Matronatación, Natación de bebes o Actividades Acuáticas con bebes e infantes, para el aprendizaje sistemático, automatizado e instruccionista de la supervivencia en el agua o la tendencia más compartida actualmente por todos los educadores acuáticos del disfrute del desarrollo armónico, integral de la persona en consonancia a la libertad y autonomía que nos ofrecen las prácticas acuáticas, terrestres y mixtas, durante todo un programa de Educación Acuática Infantil.
De forma general está reconocido que a través de la Actividades Acuáticas se provocan las siguientes ventajas sobre el individuo en su más tierna infancia:
- Pronta Socialización, por el trabajo grupal y de convivencia entre educadores acuáticos, familiares y nenes,
- Aumento y mejora de las capacidades físicas, de forma general y global, como base de su condición física: Flexibilidad, Capacidad aeróbica, Fuerza e incluso Resistencia.
- Mayor capacidad de orientación espaciotemporal y alto grado de percepción kinestésicotáctil en cuanto al medio acuático, "sentir el agua”.
Creemos conveniente puntualizar aquellas variaciones más significativas que pueden surgir en función del momento o edad madurativa en la cual se incorpora el infante a la Actividad educativa en el medio Acuático:
- El niño que se incorpora pasado el año, la única diferencia con el anterior es que no se provocan los reflejos y existe un primer rechazo a ciertas posiciones de forma brusca e insistente, pero se adecuan rápidamente al proceso propuesto.
Una explicación posible del rechazo a la posición dorsal podría atribuirse, en parte, al "abismo visual" o percepción de la profundidad, dentro de esa sensación corporal global de inestabilidad y sentimiento de pérdida, que percibe el bebe, y es más acentuado al año que a los 6 meses, acorde a la argumentación de conducta aprendida.
- El pequeño que se incorpora en su 2º y 3º año, ya tiene una identidad establecida y una autonomía corporal en tierra desarrollada, con bastante dominio psicomotor, por lo que necesita de una transferencia educativa al medio más dirigida y a través del juego colectivo, donde los padres también participan, pero su presencia se hace menos dispensable tras el primer periodo de familiarización.
Probablemente encontrarnos más rechazo a la posición dorsal por lo acentuado que traen el control postural y su orientación temporoespacial en su verticalidad, prefieren piscinas poco profundas y orillas donde permanecen de pie, andan, saltan, etc. La metodología educativa sigue siendo la misma, aunque dado el estado madurativo del niño, se plantean estrategias con actividades más adecuadas a su desarrollo.
Fonso Piñeiro.
Licenciado en CCAFYD
Director Técnico Club Natación Voltor