PASEN Y LEAN... En Moraduix queremos ser lo más transparentes posible y acercaros a nuestro día a día, a los valores que transmiten cada puntada de nuestras máquinas. Por eso a partir de hoy y semanalmente os hablaremos de cómo creamos, cómo producimos, qué materias utilizamos y como tratamos nuestros residuos entre muchas otras cosas.
HISTORIA DE LA MODA. DE DÓNDE VENIMOS?
Para entender el presente, hay que entender el pasado. Por eso hoy os ofrecemos un paseo por la moda.
La moda, vector esencial de la identidad personal. Tiene el poder de enseñar al mundo quiénes somos o quiénes queremos ser. La industrial de la moda abarca desde el diseño hasta las ventas, pasando por las materias primas y los distribuidores, la redes sociales y el marqueting, pero... no siempre fue así.
La moda tal y como la conocemos hoy evoluciona a finales del s. XX, la mayoría de nosotros ya habíamos nacido! Así es!
Por suerte yo aún me acuerdo del taller artesanal de mi abuela, era modista. A sus puertas todas las semanas acudían señoras dispuestas a coserse un traje a medida, con su revista de moda debajo del brazo y sus telas compradas en la tienda del barrio. Conozco la toma de medidas de primera mano, las exigencias de las pinzas para los ajustes y... podría hasta deciros el nombre de las clientas! Hablamos de semanas para hilvanar un vestido y de relaciones bonitas entre modista y clienta.
LA INDUSTRIA ARTESANAL era una actividad principal en la época preindustrial. Los talleres familiares cosían la ropa a la mayoría de la población, normalmente las familias trabajaban en una habitación, y sí, eran muchas las horas que dedicaban a su labor, pero tenían tiempo para cocinar, cuidar a sus criaturas y pensar en sus problemas cotidianos. Hablaban de sus cosas entre hilván y corte. El salario venía dado por el nivel de producción, pero sobretodo por la calidad de su producto. Eran súper creativos y reutilizaban todo el excedente de material para crear nuevos productos. Viva la sostenibilidad!
La REVOLUCIÓN INDUSTRIAL cambió drásticamente este pequeño imperio, entendemos revolución industrial el periodo donde se empezó a utilizar las máquinas en el trabajo. Nacieron las fábricas, nuestras modistas dejaron sus casas en los pueblos y se trasladaron a la ciudad, asumieron puestos de trabajo en esas grandes compañías. El ritmo de trabajo se aceleró y con ello la cantidad de producción, tengamos en cuenta que la cantidad no es sinónimo de calidad.
Desaparecieron las tomas de medidas y los hilvanes, las clientas ya no tocan a las puertas del taller sino que acuden a los grandes almacenes, surgiendo así el PRÊT-A-PORTER. El producto por tallas está a disposición del consumidor, a mano y precio asequible, tanta es la demanda que, la hilatura natural no abastece las fabricas y nacen las fibras sintéticas. Éstas necesitan menos cuidados y por supuesto son aún más baratas. Eso sí, su producción contamina.
HOLA! MODA RÁPIDA! Bienvenidos al final del s XX, vamos tan rápido que en dos días estamos pasados de moda. Nuestras prendas están hechas para no durar, no superan una media de dos años, pero si nos paramos a pensar tampoco hace falta, porque la moda habrá pasado. Animamos a nuestros consumidores a comprar con más frecuencia y nos olvidamos que detrás de una prenda hay un producción que genera residuos ambientales entre muchas cosas más. Nuestro modelo COMPRAR-USAR-TIRAR, pronto también estará obsoleto.
Angie Vallori. Directora creativa de Moraduix
Os invitamos a la reflexión! ¿ Cómo podemos cambiar de nuevo el sistema? Este es nuestro trabajo como marca, nuestro objetivo, a parte de crear cosas bonitas queremos que estas no hagan daño a nadie.